7 consejos para escoger tu micrófono
Compartimos una seria de pasos a conciderar a la hora de elegir el MIC que mejor se adapte a las necesidades que estas buscando.
1. Anota bien qué o quién quieres captar
Este es el consejo más importante que debes atender. En primer lugar debes conocer el concepto de fuente sonora. Simplificando, consideramos como fuente sonora a cualquier elemento que genere sonidos que son susceptibles a ser capturados. Por ejemplo la voz de un actor sería una fuente sonora y también lo sería el sonido de un horrible camión que pasa justo al lado. Siempre que vayas a trabajar con sonido debes saber qué fuentes sonoras tendrás en la escena o la situación particular, para conocer así qué fuentes sonoras son las que quieres, las que realmente deseas capturar, y en definitiva cuáles utilizarás en la mezcla final.
Y es que lo más importante al elegir un micrófono es saber para qué lo utilizarás. ¿Será para grabar voces, o más bien para escuchar una radio dentro de la escena, o para el sonido ambiente? ¿Necesitarás uno, o varios? ¿Qué sonidos quieres descartar, y cuáles usar?
2. Escoge la direccionalidad correctamente
Es fundamental tener una compresión básica sobre la terminología que existe para definir a un micrófono. Si sabes esto, te será más fácil escoger el micrófono más adecuado, y una de las partes importantes es saber el diagrama polar del micrófono.
Haciendo una analogía con la imagen, el diagrama polar es la “distancia focal” del sonido. Es el ángulo de captación que tendrá el micrófono de forma estimada según nivel, dirección, frecuencia y otros factores. En general se distinguen tres tipos: omnidireccionales, bidireccionales y direccionales, siendo estos últimos los más utilizados en la grabación audiovisual.
Los micrófonos omnidireccionales responden capturando el sonido de todas las direcciones, mientras que los de patrón bidireccional capturan el sonido frontal y trasero gracias a una membrana que vibra en dos direcciones opuestas. Son geniales a la hora de grabar sonido ambiente, pero poco a poco cobran menos relevancia al existir micrófonos más concretos en su direccionalidad.
Por su parte, los micrófonos direccionales tienen equivalencias con los objetivos de cámaras.
3. Verifica la sensibilidad y el SPL
Sensibilidad y SPL son dos caras de una misma moneda que nos habla de los decibelios o “volumen” que puede captar nuestro micrófono. Simplificando mucho sensibilidad se refiere a cuán bajo puede escuchar el micrófono. A menor número más sensible será el micrófono con lo que capturará sonidos más silenciosos. El SPL es el nivel de presión sonora, y es opuesto a la sensibilidad: SPL indica hasta qué tan alto puede escuchar el micrófono.
Este factor es importante sobre todo cuando grabamos escenas con sonidos que causan gran estruendo: un micrófono de SPL aceptable capturará cada detalle de la explosión, un mal nivel “cortará” el sonido dejando un ruido inadecuado. Asimismo en una escena con susurros si la sensibilidad del micrófono no es suficientemente baja no podremos escuchar lo que se dice.
4. Escoge un micrófono que tenga una correcta curva de respuesta
¿El micrófono podrá captar sonidos graves? ¿Es más indicado para vocalistas con voz aguda, o media? Debes observar en las especificaciones si el micrófono alcanza el rango de frecuencias que cubre tu escena, pero más importante es saber cómo responde el micrófono en ciertas frecuencias.
Algunos micrófonos tienen un mejor funcionamiento sobre frecuencias cercanas a la voz humana, mientras que otros tienen un repunte en su captación de bajos pudiendo lograr sonidos graves con mayor facilidad. Mira la curva de respuesta del micrófono para saber para qué es más adecuado.
Por ejemplo, un micrófono con repuntes sobre las frecuencias graves es ideal para grabar golpes, sonidos de motores o ambiente, si muestra repuntes en frecuencias medio-altas será perfecto para grabar voces, mientras que los agudos son ideales para sonidos metálicos, cristales, entre otros.
Aunque existen micrófonos con respuesta plana (sin repuntes ni variaciones entre cada frecuencia), para vídeo lo más recomendable es utilizar una curva de respuesta optimizada a lo que quieres, sobre todo al grabar voces.
5. Observa bien el tipo de micrófono
Un micrófono básicamente captura una fuente acústica y la convierte en electricidad. Existen varias formas de lograrlo, y esas diferentes formas han creado distintos tipos de micrófono. También, por su destino final muchos micrófonos tienen formas distintas. Debes decidir cuál es el indicado para tu proyecto.
6. Busca la calidad que usarás
Como has podido ver, hay muchos factores que definen a un micrófono y son sencillos de entender. Pero el precio y la calidad no tienen que ir casados, en el sentido de que no crecen al mismo ritmo: llega un punto donde el precio asciende mucho para darte una prestaciones levemente mayores
Debes pensar a la hora de adquirir un micrófono: ¿realmente vas a darle utilidad a esa calidad? Quizás jamás uses cierto rango de frecuencias amplio del micrófono, o el uso final que tendrá sólo necesita captar sonidos graves o de cierta dirección. En nuestra tienda descubrirás varios micrófonos que cubrirán con creces tus expectativas, ya seas exigente o más modesto.
7. Tras decidirte, haz pruebas
Pero aunque en teoría podamos recomendar de forma cercana al acierto qué hacer en una situación, cada entorno tiene unas cualidades diferentes. Tras escoger tu micrófono es importante dirigirte al escenario donde realizarás el proyecto y la captación sonora para hacer pruebas. Quizás dos habitaciones con las mismas medidas captadas con el mismo micrófono en la misma posición suenen diferentes, simplemente por la presión del aire, por los muebles que pueda haber o incluso las personas dentro. Lo mismo sucede con la captación de conversaciones, por lo que es esencial probar el micrófono previamente para realizar las configuraciones necesarias.